domingo, 30 de octubre de 2016

Sima G.E.S.M

Participantes: Pilar, Gabri y el que escribe Carlos Heras


Ya llevábamos varias semanas pensando que podíamos hacer en el puente de los santos y parecía que la mejor opción era Cantabria ya que el tiempo acompañaba. Desde antes de verano llevábamos hablando de la posibilidad de hacer una visita por Andalucía para colaborar en los trabajos que se realizan en sima GESM, así que teníamos que decidir entre dos planes para los cuatro días de fiesta.
Era jueves y habíamos quedado para tomar unas cerves y hablar de qué haríamos el puente. La verdad es que me apetecía muchísimo ir al sur así que sin decir nada a éstos me puse en contacto con Pedrito del Gaem para que me pasara el contacto de Manu Gerrero (encargado de las exploraciones en la sierra de las nieves). Tras un intercambio de mensajes con Manu todo estaba a punto, teníamos permiso para entrar en el gigante del sur.
Las semanas pasaron deprisa y sin darnos cuenta estábamos de camino a la sierra de las nieves, habíamos quedado en Ronda con Manu para que nos entregara las llaves y el permiso necesarios para la visita a las cavidades de esta sierra. Cuando estábamos a media hora de Ronda mandamos un mensaje a Manu para ver donde quedábamos y en ese momento, tras hablar con él, nos llevamos una gran sorpresa. Manu nos dice que era imposible que estuviéramos tan cerca si le habíamos escrito hacía una hora que salimos de Madrid. Le contestamos que nosotros no le habíamos escrito y tras un rato de conversación nos dimos cuenta de que éramos dos grupos distintos de tres personas ambos de Madrid y que habíamos coincidido en todo, por eso Manu no se había dado cuenta hasta el último momento. Nos preguntó que si conocíamos a Lukas (el polaco) que era quien llevaba al otro grupo y le dijimos que sí, que no se preocupara que éramos colegas y que nosotros nos ocupábamos de organizarnos con ellos. Manu nos entregó el permiso y nos explicó los trabajos que querían que realizáramos en la sima en nuestra visita. Tendríamos que portear dos sacos de dormir hasta el vivac de -500 y si las fuerzas nos daban, debíamos desmontar la famosa bomba que durante muchos años había estado abasteciendo de agua el vivac de -700 y sacarla a la superficie. 
Nos despedimos de Manu y pusimos rumbo al camping que se encuentra en el camino de acceso a la sima. Mientras nos dirigíamos al camping me puse en contacto con Lukas y nos organizamos para quedar y entrar juntos en la cueva, le comenté donde dormíamos y que íbamos a ir a buscar la boca de la sima en cuanto nos instaláramos. Como ellos iban más retrasados quedaríamos directamente en el camping ya que decidieron ir al mismo que nosotros para que todo fuera más fácil.
Una vez en el camping montamos rápidamente las tiendas y pusimos rumbo a buscar la entrada de la cavidad. Tuvimos que recorrer un largo trayecto en coche, que, aunque la pista está en buen estado, se hace muy largo. Dejamos los coches en un alto y desde allí comenzamos a caminar hasta la boca de la sima en la cual nos presentamos en media horita. Allí estaba, el -1000 del sur, esto empezaba a convertirse en realidad. Al día siguiente entraríamos por ese agujero y descenderíamos a -996 metros donde se encuentra el lago E.R.E, para después ascender hasta en vivac de -700, descansar y al día siguiente volver a la superficie...prometía palizón. Tras unas fotitos pusimos rumbo de vuelta al camping para encontrarnos con Lukas y sus compis, mientras echamos una cerve ultimamos los detalles para el día siguiente y comentamos los trabajos a realizar. Como lo que nos esperaba los próximos dos días iba a ser bastante duro, decidimos cenar pronto e irnos lo antes posible a descansar, si es que los nervios nos dejaban porque por lo menos yo, tenía unas ganas locas de que la aventura empezara.
Por fin llegó el día, no madrugamos en exceso pero rápidamente nos pusimos en movimiento. Después de un desayuno contundente y meter los petates en los coches nos pusimos en marcha hacia el aparcamiento. Una vez en él, nos colocamos el traje de faena y tras esos minutos de dar vueltas a todo pensando en que no se te olvide nada que luego vayas a necesitar, pusimos rumbo a la boca de la cavidad. Tras otra media hora de aproximación llegamos a ésta, donde terminamos de ultimar preparativos, unas risas y.…lo siento, pero a mí me puede el ansia, así que basta de charlas y al lío!


Sin pensarlo dos veces me puse en cabeza, seguido por mi guardaespaldas Pilar y por Gabri, después entra Josefo, Txuspin y cerrando el grupo Lukas. La sima comienza con unos pozos pequeños que nos dan acceso al primer obstáculo de importancia, “la gatera puta”, en este punto decidimos quitarnos el vertical para pasar más cómodamente, aunque lo incómodo es tener que ponértelo justo después, en una repisa al borde del siguiente pozo que menos mal que es pequeño. 


Tras la gatera y unos cuantos pozos de pequeño tamaño, por fin la cosa comienza a ponerse interesante con un largo pasamanos que nos deja en la cabecera del “Gran Pozo” de 115 metros y de diámetro considerable. 


En la base de éste espero a todo el grupo. Proseguimos el descenso a través de una sucesión de pequeños pozos intercalados con tramos de meandro hasta llegar al bonito pozo del lago que se encuentra alrededor de la cota de -230m. 


A partir de aquí la sima sigue con la misma tónica, alternando tramos de meandro unas veces más largos y otras más cortos con pozos de no mucha distancia hasta que llegamos al vivac de -300. 


Este vivac realmente está desmontado y sólo queda la tela del paracaídas con el cual se podría montar en caso de emergencia. Después de una parada rápida seguimos el descenso encontrando algún pozo de mayor tamaño (p-52 y p-40 de la vía lateral) que nos conducen al cruce desde el cual podríamos acceder a la galería que lleva al vivac de -400. Sin parar seguimos nuestro camino llegando al vivac de -500 donde debíamos dejar los dos sacos que Manu nos había dado. Tras una chocolatina seguimos nuestro camino, teníamos por delante un largo tramo de meandro y resaltes que nos conducirán al pozo de 61 metros denominado “Pozo de las Nieves”. 


Sin paradas seguimos bajando y bajando hasta llegar al tan deseado pozo “Paco de la Torre”, un pozo de 145 metros el cual teníamos que descender casi en su totalidad para acceder a una ventana que conduce a una larga galería fósil. El pozo es impresionante, primero lo descendemos mediante péndulos a izquierdas para después ir hacia la derecha hasta llegar a la ventana que nos introduce en la galería que nos llevaba al vivac de -700 donde pasaríamos la noche. 




Ya era hora de poder andar un poquito, recorrimos esta galería denominada “la Gran Vía” y que después de unos pozos nos depositaba en el vivac donde dejamos las sacas con el material para poder afrontar la parte final de la sima con mayor rapidez. Un trago de agua y proseguimos con la mirada puesta en el pozo del infierno de 80 metros de distancia en cuya base se encuentra el lago E.R.E. 


El camino sigue a través de tramos andando y pozos de diversos tamaños, pasamos por una zona de gours que rápidamente nos conduce al tan esperado “Pozo del Infierno”, este pozo en su día y toda la zona fósil que hemos recorrido se exploró de abajo hacia arriba por lo que supuso un tremendo trabajo. Por fin en la cabecera del pozo comencé su descenso y ya desde arriba se intuía el color azul del agua del lago. Poco a poco fuimos descendiendo el pozo y uno a uno íbamos llegando a la base del mismo donde, por supuesto, nos felicitamos. 


Era momento de unas fotillos a -996 metros en el borde de este famoso lago. El descanso no duró mucho y tras la alegría de haber llegado hasta aquí comenzamos el ascenso hasta el vivac para poder descansar lo más posible ya que el día siguiente iba a ser más duro. La verdad es que se nos dio muy bien y en poco tiempo llegamos al vivac donde nos cambiamos de ropa y nos acomodamos para hidratarnos un poquito y preparar una suculenta cena a base de pasta y más pasta. 


Después de la cena y unas cuantas risas tocaba irse a dormir prontito que el día siguiente teníamos trabajo que hacer. 
La noche pasó rápidamente entre ronquidos y un móvil con la alarma puesta a las 6 de la mañana que nos despertó y que su dueño no se levantaba a apagar (Lukas te mato). Por fin logramos que lo apagara y dormimos hasta las ocho, hora prevista para desayunar, recoger el vivac y comenzar la jornada. 
Desayunamos en un periquete y nos fuimos a realizar los trabajos de desmontaje de la bomba para sacarla al exterior. Txus decide quedarse en el vivac descansando un poco más mientras que el resto vamos a desmontar la bomba que se supone que podemos dividirla en piezas pequeñas para repartir el peso entre todos. El trayecto hasta la bomba lo recorremos en apenas 20 minutos donde por supuesto nos colocamos todos para hacer unas fotos mientras desmontamos la bomba que resulta que es menos divisible de lo que pensábamos. 




Una vez desmontada regresamos al vivac donde Txus nos esperaba para terminar de recoger las cosas y emprender el camino de vuelta a la superficie. Cuando todos estábamos preparados comenzamos la marcha sin prisa, pero sin pausa, poco a poco vamos avanzando y se oyen los libres pozo tras pozo. El cansancio hace mella y tras una larga espera de un par de horas en el vivac de -500, tomamos la decisión de dividirnos en dos grupos ya que las esperas y el ritmo intermitente pueden pasar factura a todos. A partir de aquí Pilar, Gabri y yo seguimos delante con un ritmo constante que poco a poco va dando sus frutos llegando nuevamente hasta el cruce de -400, el vivac de -300, el gran pozo y por fin la gatera puta que en esta ocasión nos lo pondría más difícil ya que mi saca llevaba una pieza de la bomba de gran tamaño y costaba un poquito más pasarla. Tras la gatera nos ponemos el equipo y en un periquete estamos en la calle donde nos hacemos la foto de rigor y emprendemos la marcha hasta los coches. 


Una vez allí nos cambiamos de ropa y echamos las primeras cerves que tocaba celebración de las buenas. Hablamos con Manu para decirle que todo había ido bien y preguntarle donde le dejábamos la bomba.
Al día siguiente el cansancio se hizo de notar y teníamos que emprender el camino a casa, pero con la sonrisa de haber estado en las profundidades de sima G.E.S.M, nos la llevábamos puesta.