viernes, 27 de diciembre de 2013

Torca del hombre - Río Munío


Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar Carrasco.

Teníamos ganas de clausurar el año espeleológico con una escapadita a Cantabria, así que aprovechando unos días de vacaciones nos plantamos allí el último jueves del año. El tiempo anunciaba sol para el viernes y empeoraba el resto de los días, al menos teníamos asegurada una actividad. Decidimos hacer la travesía de la Torca del hombre - Río Munío que hacía tiempo que le teníamos ganas y además necesita de buen tiempo para su larga y dura aproximación. 

En esta ocasión sólo dos podíamos subir a Cantabria y lo notamos el viernes al ponernos las sacas ya preparadas sobre la espalda. Algo más de 15 kilos de saca llevaba Carlos y algo menos yo, pero sabemos que este deporte es duro así que el peso no nos iba a echar atrás. Salimos desde Asón y comenzamos a subir y a subir dirección Porracolina. Pasamos el desvío hacia Sopladoras y continuamos a la derecha. 


Poco después se dejaba ver la surgencia de la cueva del Munío. Pasamos de largo y ya en el alto nos dirigimos hacia el bosque donde se encuentra la Torca del hombre, la única entrada de las tres que tiene el sistema que se puede hacer en travesía.




Una vez encontrada la torca y tras un pequeño descanso después de las 3 horas de aproximación, nos aventuramos a entrar. El primer pozo es pequeño, de 6 metros, y se destrepa en oposición. A continuación hay que seguir por un meandro que conduce a la cabecera del pozo de 57 m. Las cuerdas y anclajes del pasamanos de la cabecera del pozo no dan mucha seguridad, pero la bajada del pozo es impresionante. 


Un pozo circular con rocas puntiagudas que salen de las paredes. Aún así, la tirada de cuerda es muy limpia y sobrecoge el ruido de la cuerda al caer.



Continuamos por un meandro desfondado, en el inicio del cual y en la pared de la izquierda se encuentra la cabecera del siguiente pozo. Hay que llevar ojo con no pasársela, pues prácticamente no se ve con todo el óxido que tiene y la continuación del meandro es algo expuesta.  Tras bajar el pozo nos encontramos con el siguiente de 14 metros. La cabecera es estrecha pero rápidamente la pared se ensancha y el pozo se alarga en una gran fractura vertical en la que no se ve el final.
Ya los dos abajo continuamos por una galería que nos conduce, mediante un destrepe, a la cabecera del último pozo, el de 34 m. 


Las lluvias de los días anteriores habían aumentado los goteos en este pozo, así que nos mojamos un poco al bajarlo. 
Sólo nos quedaba la horizontal hasta la salida siguiendo el curso activo del Afluente de la Cascada. Nuestra idea era continuar la galería hasta el paso sifonable, cruzarlo si era posible y continuar hasta la salida, desviándonos antes por el Cañón para ver éste y la Galería Principal. Si no era posible cruzarlo, volveríamos atrás y cruzaríamos por la Galería transversal hasta la Galería Principal montando el pozo de 15 m, y luego por el Cañón hasta la salida. No teníamos claro si el pozo estaría montado en fijo o si estaba instalado para travesía, pero llevábamos material por si hacía falta abandonar o colocar algún spit.

Tuvimos suerte, el paso no estaba sifonado, aunque tenía bastante agua y como hay que cruzarlo de rodillas nos mojamos bastante. 


De aquí a la calle es todo un paseo. 



Hicimos una parada en el desvío hacia el Cañón donde dejamos las sacas (nuestros hombros nos lo agradecieron) y visitamos éste.




A la vuelta, cogimos las sacas y nos dirigimos hacia la salida. La boca de salida es impresionante y no se deja ver hasta que no estas delante de ella, pues aparece tras un último giro que hace la galería. 



Es curioso ver como el agua nos acompaña durante todo el camino y justo antes de la salida desaparece entre unas rocas para salir ya en el exterior en un afluente que hay por debajo de la Cueva del Río Munío.



Tan sólo tres horas de travesía, las mismas horas que nos había costado subir hasta la entrada al sistema, pero realmente merecía la pena. Nos quedaba bajar tranquilamente disfrutando de las vistas.

Con esta travesía finalizamos el año espeleológico, y también finalizamos nuestra adhesión a la federación castellano-manchega de espeleología para dar la bienvenida a la federación madrileña. 

Feliz año 2014 y a disfrutar de las profundidades!





domingo, 15 de diciembre de 2013

Cuevamur - Curso Iniciación


Participantes:
     Cusillistas: Vannesa González, Vanessa Ortiz, Jorge, Javi y Gabri
     Monitores: Carlos Heras, Raúl, Rubén, Pilar y Viti


Después de realizar la travesía de Tonio - Cañuela el día anterior, decidimos elegir una cueva facilita y con bastantes formaciones para completar la actividad del fin de semana con los cursillistas. Así que nos levantamos pronto, dejamos las casas rurales en las que estábamos alojados y nos dirigimos a Ramales de la Victoria, más concretamente hacia la cueva turística de Covalanas.

La boca de Cuevamur impresiona por su grandiosidad y por estar situada en lo alto de un gran cortado, la pared del eco, donde se pueden encontrar muchas vías de escalada de bastante grado. Una vez en el interior de la boca hay que buscar, en su parte alta, un ventanuco a la derecha por el que se accede al interior de la cavidad. 



Comenzamos arrastrándonos por el laminador de la entrada.


El cual finaliza en la parte alta de una inmensa sala llamada la Gran Sima con bastantes formaciones en el techo.


Tras bajar una cuerda, realizar el pasamanos y subir la cuerda del otro lado, accedemos a una gran rampa, bastante resbaladiza, de 40 metros que finaliza en la Sala del campamento.


Una vez aquí, comenzamos a recorrer la cavidad de manera circular pudiendo disfrutar de una gran cantidad de formaciones: grandes coladas blancas,


salas completas de excéntricas,




la Sala de los Cristales,



Y una vez aquí, después de un pequeño descanso en una zona más arenosa, continuamos nuestra aventura hacia el exterior.


Y por fin, la luz del día.


Nos dirigimos a los coches donde comimos un poco y emprendimos el viaje hacia casa con la satisfacción de haber disfrutado un fin de semana completo, en el que los cursillistas pudieron conocer por primera vez los encantos del subsuelo cántabro. 


sábado, 14 de diciembre de 2013

Tonio Cañuela - Curso Iniciación


Participantes:
     Cusillistas: Vannesa González, Vanessa Ortiz, Jorge, Javi y Gabri
     Monitores: Carlos Heras, Raúl, Rubén, Pilar y Viti

Por fin se cuadraron las fechas para organizar la salida conjunta de todos los cursos de iniciación realizados durante el año. Había llegado el momento en el que los cursillistas iban a conocer las grandes dimensiones y la belleza de las cuevas cántabras.

Llegamos el viernes a las casas rurales donde nos íbamos a alojar y mientras cenábamos, preparamos las salidas del día siguiente. En un principio pretendíamos separar a los cursillistas en dos niveles y llevarlos a distintas cavidades, pues algunos de ellos llevaban meses sin tocar una cuerda, pero dada la ilusión y las ganas de esforzarse que traían todos, decidimos ir juntos pero con mucho tiento.

Su primera actividad del fin de semana, y primera travesía como espeleólogos, iba a ser Tonio - Cañuela. Tras el madrugón del sábado, nos dirijimos a Cañuela para dejar allí un coche y después a buscar la boca de Tonio.

Charla previa para dejar las cosas claras y tener todo bajo control...






...y al lío!

Comenzamos a entrar por la boca de Tonio, con su primer pozo en estrecho que puede hacer pensarse el entrar a más de uno.



Una vez todos dentro, empezaba la aventura. Pedazo de cursillistas y pedazo ayudante, Viti, gracias por echarnos una mano :).





Poco a poco fueron cogiendo soltura en los pozos.


Hasta llegar a la temida diaclasa sin miedo alguno.




Y por fin, después de bajar pozos y pozos, tocaba disfrutar de las grandes galerías de Cañuela.



Y de sus características sierras.


Para acabar alucinando con los pasamanos de la salida.


Una vez afuera sólo quedaba celebrar el gran éxito de la actividad. Los cursillistas se lo habían pasado como enanos y nosotros más al ver que nuestra pasión por la espeleología se difundía gracias a los cursos que realizamos. 

Pero lo mejor de todo es que esto es sólo el principio..., nos queda mucho por disfrutar juntos!


sábado, 5 de octubre de 2013

III Curso de Iniciación a la Espeleología


Si quieres realizar un curso de Iniciación ¡Pincha aquí!


Cursillistas: Oscar, Javi y Gabri



Una vez pasado el verano, comenzamos con el tercer y último curso de iniciación a la espeleología del año. Esta vez fueron tres los cursillistas: Oscar, Javi y Gabri, tres maquinones que pronto nos enseñarían lo fuertes que estaban físicamente y lo rápido que aprenden.

Como en todos los cursos, arrancamos con un primer fin de semana en Viana de Jadraque. El sábado cuando llegaron los cursillistas ya estaban todas las vías montadas por los monitores desde la tarde anterior. Así que una pequeña introducción, una explicación de los aparatos y del equipo de cada uno y a colgarse en las paredes. 



Cada cursillista tuvo inicialmente su propio monitor que le explicó las técnicas de progresión vertical. Hay que decir que estos cursillistas eran aventajados, pues alguna de ellos ya conocía un poco los aparatos y había hecho alguna que otra maniobra de rescate con ellos.



Durante todo el sábado se dedicaron a subir y bajar cuerdas, pasar antirroces, subir y bajar volados, cruzar péndulos...iba a decir "hasta acabar agotados" pero en verdad no fue así, porque estos chicos son incansables.









Así que hubo que poner fin cuando se nos acabó la luz, y fue entonces cuando, tras un descanso merecido, dimos la teoría del curso.


Al día siguiente los cursillistas ya habían realizado todas las pruebas que el curso incluía, así que montamos una especie de circuito que suponía repetirlas de nuevo. 







Y para finalizar el fin de semana, una demostración de autorrescate que alguno de ellos se atrevió a realizar por sí solo.





El siguiente fin de semana tocaba poner en práctica en el parque natural de Valsalobre todo lo aprendido en las clases de exteriores. El viernes se habían dejado montadas las simas de Juan Herranz II y Z6 para agilizar su realización el sábado. Y allí se presentaron los cursillistas dispuestos a darlo todo. 




Empezamos con Juan Herranz II, donde nos encontramos con más espeleólogos que tenían intención de hacerla. Les dijimos que bajaran por nuestras cuerdas y dejaran su cuerda anclada a la nuestra para colocar la suya cuando nosotros desmontáramos. 






Pero cual fue nuestra sorpresa al salir de la sima que un tercer grupo también quería hacerla y estaba siguiendo el mismo procedimiento que el grupo anterior. Así que los pobres cursillistas tuvieron que salir de la sima teniendo tres cuerdas de las cuales solo tenían que usar una y con cuidado de no enredarse en las demás...suerte que no hubo incidente ninguno. 




Después de comer, nos acercamos a realizar la Z6, esta vez con mucha más tranquilidad.




Una vez todos fuera de la sima, nos fuimos al refugio de la Torreta a dormir y a pensar que hacíamos al día siguiente. Con buena lumbre, buenos alimentos y mejores bebercios ;) decidimos realizar la sima de la Raja, sencillita y muy bonita. Y así fué, el domingo nos levantamos con algo de lluvia y gracias al todoterreno de Viti pudimos llegar hasta la misma boca de la Raja. 
Una vez allí, Carlos empezó a instalar y poco a poco fuimos entrando todos. 







Aunque el cansancio del día anterior estaba presente, en poco tiempo entramos y salimos. Solo quedaba volver a casa y descansar sabiendo que los cursillistas se habían llevado muy buen sabor de boca y unas cuantas agujetas para toda la semana también :).