Participantes: Carlos Heras, Pilar, Gabri y el que escribe, Carlos Aranda
Para rematar el puente de la constitución, no
queríamos dejar pasar la oportunidad de visitar la cueva de Fuentemolinos en
Puras de Villafranca. Así que de camino a casa, nos desviamos a la altura de
Briviescas para admirar sus formaciones. Carlos nos había hablado en varias
ocasiones sobre la belleza de esta cueva de conglomerados (una de las más
importantes a nivel mundial) y la verdad es que no nos defraudó.
Las visitas a esta cavidad están controladas
y son gestionadas por Sergio de la empresa Beloaventura. Me puse en contacto
con él unos días antes y nos permitió el acceso ya que ese día coincidía con
una visita que tenían ellos programada (desde aquí enviarle a Sergio nuestro
agradecimiento por dejarnos visitar esta maravilla).
La cueva consta de dos entradas, una encima
de otra, y nosotros accedimos por la de arriba (un pequeño ventanuco que está
cerrado con una reja).
Pasada la estrechez inicial, enseguida puedes erguirte y
pasear cómodamente. Fuimos avanzando por un meandro, por el que discurre el
arroyo y rápidamente comenzamos a ver bloques enormes suspendidos del techo que
desafían la gravedad y que evitábamos pasar justo debajo de ellos.
Pronto nos
encontramos con el grupo turístico que estaba con Sergio y nosotros nos
decantamos por subir al tercer nivel, donde las formaciones que nos esperaban
no puedo describirlas con palabras y sólo las magníficas fotos que hicieron
Pilar y Carlos sirven para hacerse una pequeña idea de lo que guarda la
Naturaleza en su interior:
Pasadas unas tres horas salimos de nuevo al
exterior y nos acercamos al bar del pueblo a echar un café y comentar todo lo
que habíamos visto, antes de regresar de nuevo a casa, llevándonos un buen
sabor de boca del puente y la retina llena de imágenes espectaculares que
tardaremos mucho tiempo en olvidar.