sábado, 26 de septiembre de 2015

Cueva de los Chorros

Participantes: Carlos Heras, Javi, Gabri y la que escribe, Pilar


La Cueva de los Chorros está situada en el Parque Natural Los Calares de Río Mundo y de la Sima, en Riópar, Albacete. Y es bien conocida por el famoso "Reventón" que se suele producir a principios de primavera, en el cual la boca de la cueva se convierte en una impresionante surgencia de agua. La razón no está clara... ¿tapón de hielo? ¿conjugación de sifones hidrogeológicos normales e inversos?...el caso es que este fenómeno atrae a miles de personas y a nosotros nos picaba la curiosidad de qué escondía esta cueva en su interior. Así pues, pedimos el permiso necesario para visitar la cueva y nos lo concedieron, in extremis, pocos días antes del día elegido.

El sábado madrugamos y pusimos rumbo a Riópar con la idea de visitar las galerías secas de la cueva y llegar al Lago del Brillo, pues no llevábamos neopreno ni bote. 


El acceso a la boca es breve, pero intenso. Una empinada subida de aproximadamente 30 minutos te sitúa, a través de un sendero no apto para personas con vértigo, en la inmensa boca de la Cueva de los Chorros. Solamente el paseo hasta la misma impresiona.


En la boca se encontraba un numeroso grupo con el neopreno puesto que suponíamos iba a visitar las galerías con agua de la cueva, nosotros esa visita la dejaríamos para otro día. Sin más demora nos pusimos el equipo y entramos en la cavidad.  En su inicio las galerías son enormes, anchas y de altos techos. 


Fuimos esquivando los pequeños charcos por los laterales intentando mojarnos lo menos posible hasta llegar a la Cascada Rosa. 


A continuación nos encontramos por el paso del 16 de agosto, pero un pequeño despiste nos hace tomar la dirección equivocada entrando en un entramado de galerías fósiles por las que no encontramos continuidad. Una gran cantidad de murciélagos habita esta parte de la cueva y podemos disfrutar de alguna que otra formación.



Volvemos al paso del 16 de agosto donde, ahora sí, dimos con el camino correcto que nos llevaba directos a El Caracol, una peculiar galería ascendente en forma de espiral. A partir de aquí las galerías se vuelven más amplias y cómodas, 


por lo que avanzamos rápidamente, Galería del Nou Pas, Galerías G. Picazo, Sala de los Bloques, Galería C.R.E.S, La Rampa... 


...y finalmente un montón de sedimentos daba lugar al Lago del Brillo, con ese color azul turquesa característico.


Aprovechamos para picar algo y emprendimos el camino de vuelta al exterior, intentando imaginar continuamente el estado de cada galería durante el famoso fenómeno del Reventón. Otra visita obligatoria nos quedaba pendiente para poder disfrutar también de la parte activa de esta impresionante cueva.



viernes, 18 de septiembre de 2015

Colaboración 17 picos 17 simas - Torca del Cerro del Cuevón

Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar


El proyecto 17 picos - 17 simas, llevado a cabo por Carlos Flores, tiene como objetivo subir los 17 picos más altos y bajar las 17 simas más profundas de cada comunidad. Gracias a un amigo en común, Carlos nos ofreció la oportunidad de ayudar en la instalación de la sima más profunda de Asturias, la Torca del Cerro del Cuevón, que a su vez es la sima más profunda de España. Y sin pensarlo dos veces allá que fuimos. 
Llegamos a Poncebos el viernes a la hora de comer, allí estaban esperándonos Carlos y Rober. La idea era coger el funicular hasta Bulnes para subir por la Canal de Amuesa hasta la boca de la cueva, dejar allí el material y dormir en el refugio de Cabrones. A nuestro equipo personal le añadimos un par de cuerdas y unos mosquetones e iniciamos la aventura.
Aunque al principio emprendimos ligeros la subida, la canal de Amuesa y los 25 kilos de mochila hicieron mella en nuestras fuerzas y tuvimos que bajar el ritmo. La niebla nos acompañó en el último tramo hasta la boca, la cual alcanzamos en menos de 4 horas. 


Dejamos el equipo pesado y nos dirigimos al refugio donde descansamos merecidamente.

El sábado madrugamos y nos acercamos de nuevo a la Torca. Allí nos esperaba otro grupo que portearía material hasta el primer vivac. 



Sin más nos preparamos y comenzamos a descender la torca con dos sacas cada uno. 


Carlos y yo delante, Carlos Flores y Rober detrás. Ellos reequiparían los pozos regados mientras que nosotros los cruzaríamos e intentaríamos hacer de punta de ataque. 


La sima es, por decirlo de alguna manera, puñetera. Pues cuando ni siquiera has llegado a los -200 m, comienzan las escaladas de casi 100 metros, para luego volver a bajar. Pero estar allí es realmente impresionante, grandes pozos y buenas sensaciones. Y lo mejor, rodeados de un gran equipo de personas que hacen que cualquier vivac se convierta en un magnífico hotel.



El domingo, después de haber dormido a -545 m, emprendimos la vuelta al exterior. Sin prisa pero sin pausa, pues después de subir nos esperaba una larga bajada hasta Poncebos donde llegamos a las 10 de la noche.

Gracias Carlos Flores por brindarnos la oportunidad de colaborar en este gran proyecto en el que esperamos poder seguir ayudando.



sábado, 5 de septiembre de 2015

Complejo Motillas - Ramblazo

Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar Carrasco


Después de varias llamadas y unos cuantos correos, por fin conseguimos el permiso para visitar el completo Motillas - Ramblazo situado en el Parque Natural de los Alcornocales, entre las provincias de Cádiz y Málaga. Nuestra idea era recorrer el sistema entero, entrar por Ramblazo, ir a Parralejo, acercarnos a Motillas y volver hacia Parralejo para retomar el camino hacia Cueva del Agua. En primer lugar fuimos a buscar la sima del Ramblazo y el sumidero de Parralejo para dejar instalado éste último por lo que pudiera pasar, pero ya se encontraba instalado en fijo. Así que nos preparamos y fuimos directos a la sima del Ramblazo para empezar la aventura.


Esta sima recoge todas las aguas del río, que en esas fechas se encontraba seco, por ello la peligrosidad de entrar en época de lluvias. El primer pozo de 4 metros nos deja en un meandro serpenteante de paredes blancas y muy pulidas debido al desgaste del agua. Seguido nos encontramos una sucesión de bellos pozos de mayor longitud en los cuales vamos tirando de cuerda. 





Antes de bajar el último pozo de 9 metros, nos desviamos por una ventana que nos deja en la galería por la que llegaremos al sumidero del Parralejo. La recorremos encontrándonos bonitas formaciones, 


atravesando el tan conocido Paso de la Tabla, 


que se encontraba totalmente desobstruido, y llegando a su fin a la Sala de la Encrucijada.

Después de varias vueltas por la sala y algún despiste encontramos el camino hacia Parralejo, cruzando el sifón de la hoja. Este punto es claramente identificable, pues se trata de un gran montón de hojas apiladas. Un poco más adelante comenzamos a apreciar la luz del sol que entraba a través del sumidero.


En este punto dejamos las sacas y nos dirigimos hacia Motillas para visitar parte de estas galerías. La cantidad de murciélagos presentes es impresionante y las galerías de gran belleza.




Comenzamos la vuelta a Parralejo para esta vez poner rumbo a Cueva del Agua, recogimos las sacas, picamos algo y nos pusimos en marcha. El camino hacia cueva del Agua es algo más enrevesado que lo recorrido hasta ahora. 


Bajamos un pequeño pozo hasta dar con la Sala de San José, donde atravesamos un laminador de arena que nos conduce a una serie de pequeños pozos en alguno de los cuales la cuerda se encuentra enterrada en un gran montón de guano...tras bajarlos acabamos en el lago del tiburón.


Llegamos a un punto de la galería en la que los charcos empiezan a cubrir por encima de las rodillas y se hace necesario el neopreno, así que paramos a cambiarnos. De aquí a la calle sólo nos queda recorrer un par de lagos disfrutando de las galerías activas del río y sus paredes llenas de golpes de gubia. 


Unos metros más allá la gran boca de Cueva del Agua, 7 horas y media nos había llevado recorrer este gran complejo andaluz que nos dejaba muy buen sabor de boca.