Participantes: Carlos Heras, Carlos Aranda, Gabri y la que escribe, Pilar
Qué mejor manera de despedir el año que haciendo espeleo. Eso fue lo que pensamos antes de organizar una salida a Valsalobre con barbacoa nocturna incluida. Como hacía tiempo que no nos juntábamos, avisamos del evento a Pedrito, Kary y a Lukasz. Nos dividimos en dos grupos unos instalaban una sima y el otro la desinstalaba después. Así que nosotros comenzamos con la Sima Diana.
A pesar de llevar años haciendo espeleo, nunca había visitado la sima Diana y la verdad es que me sorprendió por sus numerosas formaciones de color blanquecino y amarillento.
Esta vez se animó a instalar Gabri, que fue descendiendo los pequeños pozos sin prisa, pero sin pausa.
Rápidamente alcanzamos la sala y accedimos al laminador por el que se llegaba al final de la sima a través de una pequeña vertical, cuya instalación era bastante pobre.
Algo de picoteo, y nos dimos la vuelta sin desinstalar, dejando preparada la sima para el otro grupo que vendría por la tarde.
Sin duda, una sima que merece la pena visitar.